Katia Vega (PE)
La literatura, el arte y el cine siempre diseñaron los posibles caminos que las nuevas tecnologías pueden adoptar. Sus predicciones y proyecciones no sólo moldean la forma de imaginar el futuro, sino también nos preparan para adaptarnos y gradualmente aceptar las ideas de existencia tecnológica, incorporándola en nuestra realidad.
Wearable Computing transformó la forma en que las personas interactúan con las computadoras, entrelazando las capacidades humanas con dispositivos. Nuevos materiales, la miniaturización y la disponibilidad de los componentes electrónicos permiten la expansión de los 'Wearables', saliendo de la ficción científica y llegando al mercado de la moda, salud y entretenimiento. Actualmente, grandes empresas de software como Google, Apple y Microsoft invierten en este mercado, así como gigantes en la industria de la moda y espectáculo como Nike, Adidas, Disney y Cirque du Soleil. Siendo este un indicador de la tendencia que orquestará el ritmo de la innovación en los próximos años.
Dada esta revolución de los Wearables, el cuerpo humano se convierte en el nuevo punto de partida para el diseño tecnológico. Contando con los dos metros cuadrados de piel que tenemos, la tecnología no sólo puede estar en la ropa e accesorios, sino también sobre nuestro propio cuerpo.
Esta presentación aborda el concepto de Beauty Technology, un paradigma de Wearable Computing que oculta tecnología en productos de belleza aplicados a la piel, uñas y cabello, transformando la superficie del cuerpo en una plataforma interactiva.
De esta forma, cada movimiento, como el pestañear, sonreír, elevar una ceja, juntar los labios, o mover los dedos, son interfaces de entrada para múltiples dispositivos.
En esta presentación, se abordará el concepto de Beauty Technology y serán exploradas sus aplicaciones como ‘Conductive Makeup’, ‘Beauty Tech Nails’ y ‘FX e-makeup’.
¿Podría un simple pestañear, encender las luces?
Imagine que en lugar de utilizar una tarjeta, pueda abrir una puerta o pagar el metro con sus uñas. Una expresión facial transmite una emoción, pero ¿qué pasa si ésta enciende un dispositivo electrónico?
19 septiembre de 2014, 17:30 pm
Centro de Cultura Digital, Ciudad de México